Intolerancia a la fructosa: cuando la fructosa se convierte en un problema

Intolerancia a la fructosa: cuando la fructosa se convierte en un problema

¿Diarrea, dolor abdominal, malestar general después de una comida de frutas? ¿Qué puede ser? ¿Ya has ido al médico y no encuentra nada? Es posible que sufra una intolerancia a la fructosa. Cada vez hay más personas afectadas. Se calcula que el 40% de las personas de los países industrializados tienen al menos una capacidad limitada de absorción de la fructosa. Sin embargo, a menudo no se reconoce esta restricción. Por lo tanto, los afectados suelen sufrir problemas y dolores digestivos constantes durante muchos años

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Diagnóstico de la intolerancia a la fructosa

Si sufre indigestión y dolor abdominal después de comer fruta, hable con su médico. Él o ella puede hacer una sencilla prueba para saber si eres intolerante a la fructosa. Así puedes estar seguro!

¿Qué es la fructosa y dónde la encontramos?

La fructosa es el azúcar de la fruta y se encuentra principalmente en la fruta y la miel. También se encuentra de forma natural en la mayoría de las plantas y en los alimentos en los que se ha procesado la fruta. Pertenece al grupo de los hidratos de carbono y se clasifica como el llamado azúcar simple. Este tipo de azúcar puede aparecer solo o en combinación con otros azúcares. Un ejemplo de ello es el azúcar doméstico normal (sacarosa), que está formado por una molécula de fructosa y otra de glucosa (dextrosa).

Las frutas, así como las mermeladas, los yogures de frutas o los batidos, contienen mucha fructosa y pueden provocar síntomas. Incluso en los productos ligeros se utiliza a menudo como edulcorante. Lo que mucha gente no sabe: Como ya se ha mencionado, el 50% del azúcar doméstico comercial está compuesto por fructosa. Por desgracia, el azúcar oculto también puede encontrarse en los alimentos precocinados y en diversos embutidos. Por lo tanto, quien quiera evitar el azúcar debería comprobar siempre la lista de ingredientes de cada producto. Suele aparecer en la parte posterior del producto. Si los ingredientes que terminan en -ose aparecen aquí, se trata de azúcar. Sin embargo, varios tipos de jarabes e hidratos de carbono, como la maltodextrina, también contienen azúcar.

La intolerancia es innata

La intolerancia a la fructosa puede dividirse a grandes rasgos en dos categorías. Por un lado, está la forma hereditaria, que se presenta ya en la infancia o la niñez, y por otro, la variante intestinal, que a menudo sólo se hace notar en el transcurso de la vida. En el caso de la intolerancia hereditaria a la fructosa (HFI), es necesaria una dieta estricta, mientras que en la forma intestinal (IF), el organismo puede absorber pequeñas cantidades de fructosa. Por ello, esta última suele denominarse malabsorción de la fructosa, a diferencia de la intolerancia grave.

En la HFI hay un trastorno metabólico, en la IF un trastorno de absorción. El cuerpo es incapaz de absorber la fructosa en el organismo.

El diagnóstico correcto es muy importante!

Si no se reconoce una intolerancia a la fructosa, esto puede tener graves consecuencias a largo plazo. Los síntomas físicos también pueden afectar a la psique. Si una intolerancia no se reconoce y se trata adecuadamente, pueden producirse más intolerancias, que suponen una carga aún mayor para el sistema digestivo. Además, pueden producirse daños en la mucosa intestinal. Por último, la flora intestinal dañada puede conducir a un debilitamiento del sistema inmunológico, lo que a su vez conduce a una mayor susceptibilidad a las infecciones.

En el caso de la intolerancia hereditaria a la fructosa, las consecuencias son aún más graves: Debido a una deficiencia enzimática, la ingesta de fructosa conduce a una acumulación de fructosa-1- fosfato en el organismo, que tiene un efecto tóxico en grandes cantidades y puede provocar hipoglucemia, alteraciones hepáticas, trastornos de la coagulación y shock.

Si lo sospechas, acude a tu médico!

La intolerancia a la fructosa suele ir acompañada de otras intolerancias. Por lo tanto, si se sospecha que existe una intolerancia a la fructosa, también se deben analizar otras intolerancias. La intolerancia a la fructosa se puede diagnosticar con una simple prueba de aliento. Para ello, el paciente consume una solución de fructosa en ayunas. A continuación, se mide el contenido de hidrógeno del aliento a intervalos regulares. Estos valores se comparan con el valor original antes de la prueba. La evaluación permite al médico determinar o excluir una intolerancia.

Receta – Ensalada de frutas baja en fructosa

Para las personas que sólo tienen una intolerancia leve, la siguiente receta es adecuada

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Recetas:

Ingredientes:

  • 50 g de frambuesas
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  • 1 melocotón
  • 1 albaricoque
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  • Jarabe de arroz
  • 5 ramitas de tomillo
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    Preparación:

    1. Retirar las hojas de tomillo de los tallos y colocarlas en un bol
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    3. Después, cortar el melocotón y el albaricoque en trozos pequeños y añadirlos junto con las
    4. frambuesas.
    5. Añadir las frambuesas
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    7. Mezclar la fruta con el tomillo.
    8. Ahora endulza la macedonia con el jarabe de arroz al gusto.
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    Consejo: Para que el aroma del tomillo se desarrolle especialmente bien, deje reposar la macedonia durante unos 10 minutos.

    Buenos apetitos!